sábado, 13 de septiembre de 2014

La ideología y la Economía: existen puntos de conexión.

Las teorías ideales de la historia, se han centrado en interpelaciones de ideales de lo que es bueno y correcto, a las que han concedido una importancia primordial. Pero las consecuencias de una contradicción social es la creación de un “dilema”.
El marxismo se ha centrado, tradicionalmente en una contradicción fundamental: la que se da entre las fuerzas y las relaciones de producción, que apunta directamente a un cambio en la posición de las clases y en los parámetros de su lucha. Pero también es posible que se desarrollen contradicciones políticas e ideológicas, contradicciones que  sitúen esencialmente entre las relaciones de dominación social y las fuerzas de ejecución de las tareas sociales de Estado y, desde el punto de vista ideológico, entre el sometimiento y la cualificación. Así pues, la contradicción ideológica no se refiere a la falta de coherencia lógica de un determinado discurso, que caso siempre es secundaria con relación a su eficacia social.
Supongo que las ideas revolucionarias de las época hicieron que se crearan nuevos movimientos ideológicos, y por otro lado, las condiciones de sometimiento-cualificación ideológica de los sujetos económicos, el hambre, el desempleo, la bancarrota y todos sus opuestos, pueden haber motivado a una nueva creación de ideología en una determinada sociedad. Cómo sino explicar que con tantos parados y con todos los problemas económicos de nuestro entorno nuestra sociedad no haga nada? Entiendo que eso es así por los ideales sociológicos de nuestro entorno y de las ideas de qué es bueno de lo qué es malo. Entiendo que un proceso de formación ideológicas no sólo tiene que ver con las ideologías, sino con las propias situaciones de nuestro entorno y de aquello que el ser humano puedo o no permitir. Si permito que las personas de una biblioteca hablen dentro de ella, con el tiempo ese comportamiento se verá como algo asumido por todos. Algo que no tiene que ver con la educación sino en la concepción de lo que entendemos con qué es bueno y qué es malo. Con esto no abogo a la revolución, sino a la lucha de nuestros derechos; puesto que en la actualidad lo que existe es un conflicto entre conflicto político, violencia colectiva, una crisis en sociología políticas y una falta existencial de valores cívicos y éticos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario